Cuando viajamos en un trasatlántico, desde el capitán hasta el ayudante de cocina, todo el personal trabaja de manera coordinada para asegurar que los pasajeros lleguen a su destino de forma eficiente y tengan la mejor experiencia posible. La organización empresarial es esencial para alcanzar los objetivos de una compañía y brindar el máximo valor al cliente. Si cada persona se dedicara a cualquier tarea sin especialización, se produciría caos, falta de agilidad, indecisión y falta de coordinación. Además, la ausencia de un líder y la dificultad para tomar decisiones harían que el proyecto fracasara o no se llevara a cabo de manera óptima.
Organización empresarial en nuestra vida diaria:
En nuestro día, la organización queda patente en todos los procesos que observamos y organizaciones con las que nos relacionamos. Es la forma de asegurar que la ejecución de proyectos y tareas culminan con éxito. Podemos observarla hasta en la vida cotidiana, como, por ejemplo, en comunidades de vecinos e incluso en las familias más estructuradas.
En este artículo vamos a centrarnos en la organización empresarial u organización formal. Si estás buscando potenciar la presencia online de tu empresa y mejorar tus estrategias de marketing, te recomendamos consultar los servicios de una agencia de marketing digital. Las agencias cuentan con la experiencia y el conocimiento necesarios para impulsar tu negocio en el entorno digital.
¿Qué es la organización empresarial?
Aunque el concepto ha evolucionado a lo largo del tiempo, existen una serie de premisas comunes a toda organización. La principal idea es que se trata de un ente o institución formada una serie de personas que debidamente coordinadas persiguen una serie de objetivos. Por lo tanto, para conformar una organización se requieren mínimo dos personas.
Los inicios lo que conocemos actualmente como organización empresarial se remontan a la Edad Media, cuando proliferaron los gremios como unidad económica básica.
Desde el punto de vista económico, una organización empresarial se puede contemplar con una unidad económica productora de bienes y servicios a través de la explotación de una serie de factores productivos. Estos factores productivos abarcan recursos humanos, materiales, naturales, informativos, tecnológicos e intangibles. Cada empresa utilizará la combinación de estos que mejor se ajuste a su modelo de negocio para alcanzar sus objetivos.
Por tanto, una empresa es una unidad económica que tiene como fin desarrollar actividad económica con ánimo de lucro.
Características de una organización empresarial
Todas las empresas se definen basándose en una serie de rasgos comunes:
Dinamismo
Es decir, deben adaptarse de forma continua al entorno. Este concepto adquiere especial relevancia actualmente ya que la digitalización ha impulsado tanto la velocidad como la magnitud de los cambios.
Diferentes niveles de complejidad
Las organizaciones pueden tener diferentes niveles de complejidad. En función de su estrategia, puede resultar más efectiva una estructura más o menos compleja. Por ejemplo, si se necesita lanzar productos de forma rápida al mercado una empresa demasiado compleja puede ralentizar dicho proceso.
División del trabajo
Como se ha explicado anteriormente, el principal sentido de una organización es que el trabajo este correctamente dividido en función de las habilidades y capacidades de cada equipo. De esta forma, se asegura la consecución de los objetivos y metas.
Perduran en el tiempo
Las organizaciones empresariales se constituyen con la misión de que perduren en el tiempo. Esta asunción debe estar presente en la definición de la estrategia empresarial y en el mantenimiento de unas finanzas sostenibles.
Liderazgo
La figura del líder en las organizaciones es clave, ya que es la persona responsable de potenciar a su equipo para que contribuyan al logro de los objetivos empresariales a la vez que cumplen los suyos personales. No es una tarea fácil, ya que debe reunir una serie de virtudes, como la comunicación efectiva, para que las personas con las que colabora den lo mejor de sí mismos de la forma más eficiente.
Objetivos de la organización empresarial
El principal objetivo de la organización empresarial es crear una empresa u entidad económica que gestione de la forma más efectiva y eficiente todos sus recursos para ofrecer una propuesta de valor rentable al mercado. Esto va ligado a la premisa de sostenibilidad en el tiempo.
De este objetivo principal, se pueden derivar otros objetivos tanto internos como externos que contribuyen al mismo:
- Buen ambiente laboral entre los empleados: Fomentar un entorno de trabajo positivo y colaborativo que promueva el bienestar y la satisfacción de los empleados.
- Liderazgo y comunicación efectiva: Desarrollar líderes capaces de comunicarse de manera efectiva y motivar a su equipo para lograr los objetivos empresariales y personales.
- Impacto positivo en la sociedad: Contribuir al desarrollo social y económico de la comunidad a través de prácticas responsables y sostenibles.
- Diferenciación con respecto a la competencia: Establecer estrategias y acciones que permitan destacar y ofrecer propuestas únicas en el mercado, generando ventajas competitivas.
- Expansión del negocio: Buscar oportunidades de crecimiento en nuevos mercados o a través del desarrollo de nuevos productos y servicios.
- Gestión de todos los riesgos: Identificar y gestionar los riesgos operativos, financieros, reputacionales y otros que puedan afectar a la organización.
Principales tipos de organización empresarial
Existen múltiples criterios para clasificar a las compañías, por lo que vamos a centrarnos en las más utilizadas:
Según su nivel de centralización
Esta clasificación hace referencia al nivel de delegación de la autoridad que existe en la empresa.
- Hace referencia a cuando las decisiones estratégicas y negocio se concentran en los niveles jerárquicos superiores, teniendo los responsables de los niveles inferiores menos involucración. Esta estructura es típica de unidades organizativas estables, cuando el entorno es estable y predecible. Por ejemplo: organismos públicos o ministerios.
- En este tipo de organización, la autoridad para tomar decisiones se delega en los niveles jerárquicos inferiores hasta que sea operativo. Se requiere una respuesta al mercado rápida y flexible, por lo que se necesita la involucración de parte del equipo más ejecutivo. De esta forma se aseguran una respuesta más ágil y creativa. Por ejemplo: empresas tecnológicas.
Según el tamaño
La legislación española reconoce diferentes tipos de organización empresarial en función del número de trabajadores que emplea, su volumen de facturación y la magnitud de su balance:
- Pequeña Empresa. Cuando tiene menos de 50 trabajadores y una facturación anual y un balance inferior a los 10 millones de euros.
- Mediana Empresa. Si tiene menos de 250 empleados, su facturación anual no supera los 50 millones de euros y presenta un balance inferior a los 43 millones de euros.
- Gran Empresa. Todas aquellas cuyos parámetros exceden de los anteriores.
Según el sector
El tipo de actividad económica también es un criterio comúnmente utilizado para categorizar a las organizaciones:
- Sector Primario. El principal recurso productivo es obtenido de la naturaleza: agricultura, ganadería, etc.
- Sector Secundario o Industrial. Existe un proceso productivo a través del cual se transforma la materia prima básica: construcción, fabricación textil, etc.
- Sector Terciario o de Servicios. El principal recurso de estas empresas es el capital humano que realiza tanto trabajos físicos como intelectuales: banco, comercio, hostelería, marketing, etc.
A lo largo de este artículo hemos realizado un recorrido por los principales factores que deben estar presentes en la organización empresarial para asegurar su propósito principal: ser viable a lo largo del tiempo. Sin embargo, la nueva era digital, el entorno cambiante y la mayor competencia exigen una mayor capacidad de respuesta de las organizaciones que necesitan adelantarse a las necesidades de los clientes si no quieren quedarse desbancadas. Por otro lado, las empresas se han dado cuenta de que su factor diferencial se encuentra en el capital humano, las personas.